San Cipriano fue un mago muy poderoso. Usaba su poder para hacer el mal. Un buen día se convirtió y utilizó su fuerza para servir al bien. Desde ese momento y gracias a algunos milagros que hizo se le considera un santo muy poderoso.
SAN CIPRIANO
San Cipriano, es el santo de los Nigromantes, es decir, aquellas personas que le rinden honores a las personas fallecidas, y quienes le rinden culto y veneración, estableciendo un punto de intersección entre las prácticas de la doctrina de la religión Católica y también de la magia blanca y hechicería.
Esta relación comenzó a establecerse ya que, en su época, ganó gran fama con la preparación de pócimas, ubicándose dentro de la historia, como un brujo pagano. Dentro de los relatos lo unen a la vida de una joven llamada Justina, quien fue su gran amor.
Sin embargo, muchos dicen que se ganó su amor empleando hechizos de amor en ella, desarrollando efectivos conjuros de amor y amarres. Estos atributos le hicieron de un nombre dentro de las denominadas artes oscuras.
A pesar de esto, con el paso de los días, se iba fortaleciendo su gran amor a Dios. Cuenta que debido a que se mantuvo siempre firme en su fe, en el año 304, el emperador Diocleciano, ordena que lo sacrifiquen al igual que a otros grupos de cristianos, para rendirle tributo a Apolo Nicomedia.
Cipriano jamás renunció a su fe, reconociendo al Todopoderoso como único Dios de los Cristianos, y a su hijo Jesucristo, como nuestro único Señor. Desde el día de su sacrificio hasta la fecha, pasó a ser conocido como el Santo de los brujos, pero sólo de los que usan la magia blanca.
Medida: 15cm
Reviews
There are no reviews yet.